Quizás hayas escuchado la expresión "color chalk" al buscar inspiración para decorar tu hogar o elegir una paleta de colores para un evento especial, pero ¿realmente sabes a qué se refiere este término?

En realidad, el color chalk no es un tono específico, sino más bien una categoría de colores que evocan la textura y el aspecto de la tiza o la escritura a mano en una pizarra.

Los colores chalk suelen ser suaves y apagados, con un matiz grisáceo o blanquecino que sugiere el polvo característico de la tiza. Entre los tonos que se consideran parte de la gama de colores chalk podemos encontrar el gris pálido, el beige claro, el rosa viejo y el turquesa desvaído.

Este tipo de colores pueden ser muy versátiles y funcionar bien en diversos contextos, desde una boda rústica hasta una habitación vintage o un diseño gráfico minimalista. Los colores chalk transmiten una sensación de calma y tranquilidad, relajando la mente y creando un ambiente acogedor y cálido.

Si estás interesado en incorporar los colores chalk en tu hogar o en tu próxima celebración, te recomendamos que juegues con diferentes tonalidades y texturas, y que busques inspiración en revistas de decoración, Pinterest o Instagram.