La resistencia a la luz se refiere a la capacidad de un material para resistir la acción de la luz, especialmente en términos de su habilidad para conservar su color y forma original.

Cuando un material es expuesto a la luz solar durante un largo tiempo, éste puede sufrir una serie de cambios que le afectan negativamente, como la decoloración o la descomposición. Muchos materiales naturales, como la madera o el cuero, tienen una baja resistencia a la luz y sufren daños significativos con el tiempo.

Por otro lado, algunos materiales pueden ser tratados para mejorar su resistencia a la luz. Por ejemplo, algunos textiles pueden ser teñidos con pigmentos que resisten mejor la acción solar, mientras que los plásticos pueden ser recubiertos de una capa protectora que los hace más duraderos.

En general, la resistencia a la luz es un factor importante a considerar al elegir un material para un proyecto. Si la exposición a la luz es un factor importante, es posible que se necesite elegir un material más resistente o aplicar técnicas especiales de protección.